Monsis, oficial jubilado de la armada británica, dedicó 14 años al estudio de Zheng He. Visitó más de 900 museos, locales de archivo y bibliotecas en más de 120 países para consultar materiales. Hace tres años publicó un libro titulado: "1421: China descubrió al mundo". Basándose en una gran cantidad de materiales históricos, fundamentó que Zheng He descubrió el nuevo continente americano 70 años antes de Cristóbal Colón. Hasta ahora se han vendido más de un millón de ejemplares de este libro en todo el mundo como obra candente.
A finales de la década 90 del siglo XX, un reportero de The New York Times de EE.UU. y un explorador británico realizaron por separado sendos viajes por la ruta transitada por Zheng He. En 1998 la revisgta National Geography de EE.UU. enumeró los famosos navegantes del mundo en el milenio, y Zheng He era el único con rostro oriental. En 2000 el semanario norteamericano Life eligió cien célebres del mundo del milenio, y Zheng he se hallaba a la cabeza de los seis chinos elegidos.
Desde hace mucho tiempo, la histroria de los siete viajes a los mares del Oeste (en su época los chinos llamaban mares del Oeste a las aguas al oeste de la isla Kalimantan) realizados por Zheng He, navegante de la dinastía Ming de China, ha sido uno de los puntos de interés de muchos conocidos periódicos, revistas, sitios web, expertos y eruditos. Con la proximidad de la fecha del 11 de julio, 600 aniversario de los viajes de Zheng He a los mares del Oeste, el navegante chino vuelve a ser foco de su atención.
La exposición temática que se celebra actualmente en Singapur sobre los viajes de Zheng He ha concitado discusiones calientes a escala internacional. Los reportajes extensos publicados por International Herald Tribune de EE.UU. bajo el título "Los chinos alcanzan a Cristóbal Colón", expusieron en detalles el contenido y los grandiosos actos de la referida exposición. Sostienen que los puntos de vista presentados por Monsis hace tres años y los diversos datos históricos descubiertos en fechas recientes conducen a profundizar los estudios sobre Zheng He a escal global.
Desde Asia hasta Africa, desde el Pacífico hasta el Indico, gentes de diferentes colores se sienten conmovidos por el chino que vivía en el siglo XIV-XV durante la dinastía Ming. Un número de estudiosos están obsesionados en los estudios de Zheng He; muchos países organizan espontáneamente actividades conmemorativas; la fascinación por lo de Zheng He no conoce fronteras nacionales.
Zheng He conmmueve al mundo gracias a la regeneración de la fascinante cultura china. Pudo iniciar su vieje hace 600 años desde Taicang navegando hacia lugares lejanos con la ayuda del viento. Es cierto que todo esto se realizó gracias a las cuatro invenciones chinas como la brújula, pero es igualmente importante el excelente diseño y construcción de naves de distintas clases. La navegación supuso una exposición concentrada del nivel científico y tecnológico de la antigua China. Hoy en día, el desarrollo acelerado de la economía y el constante progreso social de China no dejan de despertar gran interés de la gente en la historia y cultura de China. Muchas antigüedades chinas, desde pinturas, caligrafías hasta muebles de las dinastias Ming y Qing, que encarnan la civilización antigua del país, han sido objetos de nuevas apreciaciones. Evocando los días del pasado a la vista de las cosas del presente, como es natural, todo el mundo se siente conmovido por la navegación grandiosa realizada por Zheng He en su época.
Zheng He conmueve al mundo por su espíritu tradicional de exploración constante. Hace 600 años, la mayoría de los países del mundo veían en la navegación por los mares y océanos como empresas arriesgadas; un viaje de navegación hacia lugares lejanos era poco menos que un sueño. Pero desde 1405 a 1433, en un lapso de 28 años, Zheng He hizo siete viajes por los mares del Oeste, con sus flotas cada vez más grandes y sus viajes cada vez más lejanos. No se arredraba ante las dificultades, no pensaba en retroceso ante los caminos tortuosos, y siempre buscaba por superarse hasta morir de enfermedad en el curso de su último viaje. El espíritu sublime de exploración sin cesar es patrimonio de toda la humanidad, que alienta a la gente de las posterioridades a explorar el mundo desconocido, y a trepar nuevas alturas para conocer lo nuevo.
Zheng He conmueve al mundo porque encarna la convergencia de las voluntades de desarrollo pacífico. Hace 600 años el poderío de la dinastía Ming de China era considerable, pero las poderosas flotas bajo el mando de Zheng He, al visitar más de 30 países asiáticos y africanos, no buscaban "demostrar el poderío de China en países extranjeros", sino hacer llegar los productos chinos como seda, porcelana, té, pintura y caligrafías, así como tecnologías avanzadas del país a cambio de pimienta, lino, artículos artesanales y otros productos locales. En todos los lugares a que llegó, "convirtió espadas en arados", promoviento las relaciones económicas y comerciales, y acelerando los intercambios culturales y armoniosos. Y es por ello que la recorrida de sus viajes es calificada como "Ruta Marítima de la Seda". Es objeto de elogio su magnanimidad caracerizada por tratar de iguales a todos los países por pequeños y débiles que sean y por promover intecambios amistosos. Hasta hoy, este espíritu despierta fuerte resonancia entre la gente que ama la paz y busca desarrollo.
El pasado y el futuro están unidos por el mismo vaso sanguíneo. La historia y la realidad se asemejan en forma asombrosa. Los viajes que inició Zheng He hace 600 años constituyen una recorrida por difundir la civilización de la nación china, una hazaña de la humanidad por la conquista de los mares y océanos, y una exploración por encontrar el camino de paz y cooperación. Su significado grandioso y sus ricas connotaciones han sido reconocidos por sectores cada vez más amplios. Se inscribirá en los anales de de la historia de la humanidad como patrimonio común que conservará sus resplandores en el futuro.